Ing. Mauricio Barboza
Para muchas personas la pandemia provocada por el SARS-CoV-2 (COVID-19) es una nueva etapa de la vida, marcó un antes y un después, pero ¿para la Salud y Seguridad en el Trabajo (SST) también fue así o fue una cruda realidad el saber que no se tenía contemplado un riesgo de esta magnitud en cada una de las empresas?
Analicemos en forma general los protocolos establecidos por el Ministerio de Salud de Costa Rica y algunas recomendaciones, así cada persona tendrá su respuesta a la pregunta previamente planteada.
Se hace obligatorio el lavado de manos con agua y jabón para ingresar a un proyecto de construcción, planta operativa, centro de llamadas (call center), sitios de salud, centro educativo, centros comerciales y cualquier otro lugar donde haya tránsito de personas. Siempre se ha sabido que muchas enfermedades se provocan por organismos que son traspasados desde una superficie “contaminada” hasta nuestra cara a través de las manos y de ahí a todo el cuerpo. ¿Será que se debía implementar este protocolo desde siempre, así como lo hacen las industrias de alimentos?
Además, ¿cuántas personas realmente siguen los pasos al pie de la letra al lavarse las manos? ¿Alguien se los ha explicado? ¿Alguien verifica que hayan aprendido? Estos son retos que se deben superar desde la primera educación en cada hogar. Tan sencillo como ver que en varias empresas no poseen toallas para el secado de manos o que agiten sus manos para secarlas. Esto se convierte en un problema donde no siempre se puede asegurar la correcta implementación del protocolo por parte de todos los trabajadores, dejando un portillo para la propagación del virus y otros microorganismos.
Otro de los protocolos es el uso de las mascarillas y el distanciamiento de 1,8 a 2 metros de distancia. Se puede observar el mal uso y el incumplimiento de distancia entre trabajadores en las diferentes empresas, ¿realmente se les ha explicado cómo se utiliza? ¿Saben por qué no deben quitársela si no se han lavado las manos? ¿Todos saben que debe cubrir en su totalidad la nariz y la boca? ¿Saben por qué deben estar a esa distancia como mínimo? Y así podemos seguir haciéndonos estas preguntas, lo importante es ser parte de la Cultura de Prevención, que no prevalezca el ser individual sino el ser grupal, todos trabajamos en una misma burbuja y podemos irnos a nuestros hogares tranquilos si aplicamos a cabalidad las medidas.
No es un secreto que esta pandemia nadie la esperaba, pero ¿es parte de los profesionales en SST estar preparados para minimizar los impactos?
¿De quién es la culpa? ¿De nadie, de todos, de nuestros padres, de la sociedad y/o de la empresa?
Se le debe dar un aplauso a aquellas empresas que han logrado poder enseñar, verificar y evaluar a través de los meses el cumplimiento de estos protocolos y así asegurar el bienestar físico y mental de sus trabajadores.
Les invito a recapacitar sobre cómo se ha preparado a través del tiempo, no para la pandemia, si no para la vida, para saber vivirla y disfrutarla.