La descentralización de la Dirección Nacional de Tránsito – DNT hacia las alcaldías se ha implementado en varios países para mejorar la gestión del tránsito y la seguridad vial. Permitiendo que las autoridades locales asuman un papel más cercano en la regulación y fiscalización del tráfico. Algunos elementos que han facilitado esta descentralización en otros países y la realidad en Bolivia:
- Delegación de Competencias y Facultades Locales
En países que han descentralizado el tránsito, el gobierno nacional ha delegado competencias específicas a las alcaldías; permitiendo que las municipalidades gestionen entre otros temas:
- Fiscalización y sanción: Aplicación de multas y sanciones por infracciones de tránsito.
- Planificación vial: Creación de políticas de movilidad urbana, mejora de la infraestructura, entre otros.
Ejemplos internacionales:
- Colombia: En Bogotá, Medellín y Cali, las alcaldías controlan, regulan y gestionan el tránsito local, actuando directa y eficientemente.
- Chile: Las municipalidades, a través de la Dirección de Tránsito y Transporte Público, manejan aspectos locales del tránsito, incluidos permisos de circulación y señalización vial.
- México: En ciudades como Ciudad de México y Guadalajara, la regulación del tránsito es gestionada por el nivel local, permitiendo adaptaciones específicas según las necesidades de cada ciudad.
- Mejora de la Capacidad Técnica y Administrativa Local
La descentralización requiere dotar a las alcaldías recursos: humanos, técnicos y financieros para asumir estas responsabilidades. Países que han implementado con éxito la descentralización, han destinado fondos para:
- Capacitar agentes locales de tránsito
- Modernizar el monitoreo y control del tráfico
- Implementar sistemas de gestión electrónica de infracciones y trámites vehiculares
Bolivia:
Factores políticos han complicado la descentralización. La DNT está centralizada bajo el control de la Policía Nacional, lo que reduce la capacidad de las alcaldías para implementar soluciones rápidas, oportunas y adaptadas a las realidades locales.
- Coordinación entre Gobierno Central y Local
La descentralización no significa que el gobierno central pierda el control y responsabilidad sobre la seguridad vial. Se establecen marcos de coordinación que permiten a las autoridades locales gestionar los aspectos operativos, mientras que el gobierno central supervisa, proporciona estándares y regula aspectos más amplios.
Ejemplos:
- España: Las competencias de tráfico están transferidas a las comunidades autónomas en ciertos casos, en otros, los ayuntamientos tienen control directo del tránsito dentro de sus límites municipales.
- Argentina: Las municipalidades tienen el control de la fiscalización del tránsito local, pero deben coordinar con las normas nacionales de la Dirección Nacional de Vialidad, que establece los lineamientos generales.
Bolivia:
La centralización de la DNT bajo el gobierno central ha generado burocracia y lentitud en implementar soluciones locales. Las alcaldías no tienen autonomía para gestionar el tránsito, lo que les limita en la creación de políticas adaptadas a sus necesidades.
- Financiamiento Adecuado
En países que han descentralizado el tránsito, muchas alcaldías han logrado financiarse a través de la gestión local de infracciones de tránsito, cobros por estacionamiento o por permisos de circulación, etc. Estos ingresos permiten que las municipalidades mantengan los servicios operativos y mejoren la infraestructura vial, visibilizando sus ingresos.
Bolivia:
Uno de los mayores desafíos es la falta de un sistema financiero autónomo en las alcaldías para gestionar el tránsito. Las ciudades dependen del financiamiento estatal y carecen de ingresos propios para implementar políticas de tránsito más eficientes.
- Resultados Positivos
En los países que han implementado la descentralización, los resultados han sido mayor eficiencia, mejor adaptación a las necesidades locales y una respuesta oportuna a los problemas específicos de tránsito. Las ciudades pueden diseñar políticas específicas para el transporte público, control de infracciones y planificación urbana, mejorando la seguridad vial.
Bolivia:
La centralización del tránsito ha generado ineficiencias en la gestión diaria del tráfico, como la falta de respuestas rápidas, poca capacidad para implementar sistemas inteligentes de control vial y dificultades para fiscalizar el cumplimiento de las normas de tránsito a nivel municipal.
Conclusión
La descentralización de la DNT hacia las alcaldías ha sido exitosa en otros países gracias a la delegación de competencias, mejora de la capacidad técnica local, coordinación con el gobierno central y financiamiento adecuado. En Bolivia, aunque existe potencial para implementar un modelo similar, los desafíos incluyen la descentralización del control por parte del gobierno y la falta de recursos locales para una gestión eficaz del tránsito. Para avanzar hacia la descentralización, sería crucial desarrollar capacidades técnicas y otorgar más autonomía a las alcaldías y gobiernos departamentales. Si se anhela trabajar contra la inseguridad vial en Bolivia.
MBA Carlos Ballon López
ESPECIALISTA VIAL
CEO – PARE2